Judith nunca ha conocido a un chico como él. Es guapo, maduro, seguro de sí mismo y... tiene 32 años. Pero no importa que le doble la edad y que Judith siga en el instituto, porque están enamorados. Al menos, eso es lo que ella cree. Una novela muy valiente sobre relaciones tóxicas, maltrato emocional y amor propio.

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