La letra escarlata refleja la historia moral de la Nueva Inglaterra: el amor puritano por la religión, en pugna con la religión pagana del amor. Más no sólo es una imagen de Nueva Inglaterra, sino del mismo Hawthorne. Hay un jirón de Hawthorne en cada uno de los personajes de este libro: en la severidad de los jueces que castigan el quebrantamiento del código moral; en la conciencia vengadora; en la irresolución de quien esconde la llama de su corazón bajo las cenizas de los convencionalismos sociales; y en la actitud desafiadora de quien lleva el símbolo del dolor. Esta obra no es la mera proyección sombría de un sentimiento interior de pecado. Corno toda gran literatura, acepta la tragedia de la vida, pero simultáneamente representa al espíritu humano triunfante, en algún punto, sobre el mal arraigado en los corazones e incorporado a las instituciones de los hombres. Este poeta, al hablar de sí mismo, ha conseguido hablar por la humanidad; ha universalizado lo concreto; la experiencia no se ha convertido en mera expresión, sino en comunicación y, por lo tanto, en arte.

Detalles

Otros libros del autor