Mucho se ha discutido y puesto en duda el valor que la filosofía pasada tiene para la reflexión actual; el problema es tan grave que algunos autores se han atrevido a sostener que en el campo de la filosofía no vale la pena leer nada que tenga más de 25 años de antigüedad. Mostramos lo contrario: que la filosofía pasada vive en la filosofía actual, que hay actualidad en lo pasado, a través de casos específicos en donde ilustramos la vigencia de la filosofía anterior y la manera en que enriquece la reflexión actual.