No tengo la menor duda de que un personaje como el licenciado Vidriera, de Cervantes, es un verdadero paranoico en el que la enfermedad ha influido sobre el esquema corporal y lo ha cambiado; tampoco tengo ninguna duda de que algunas personas con enorme obesidad o con anorexia nervosa pudieran ser consideradas dentro del capítulo de la paranoia, porque tienen un problema indudable de origen corporal, y tan importante que pueden morir por él, y algunos mueren.