Las cámaras de seguridad nos han dado la tranquilidad de tener a alguien velando por nosotros. También la incertidumbre de que siempre pueda haber alguien velándonos. La ciencia ha erradicado enfermedad, también ha creado monstruos e infecciones impensables. El correo electrónico, las redes socialels el teléfon de bosillo: consuelos para la soledad, mejoras en la unicación, pero también el principio del fin. Acosadores, stalkers, suplantadores. Atacantes de nuestro confort. Con un imaginario y una estética aftlutarnente personales, Alberto Chimal -una de las grandes revelaciones mexicanas de los últimos años- nos ofrece, agazapado entre siete magistrales relatos, el terror con el que convivimos, aun sin percatamos. Un libro de cuentos -no necesariamente de horror- que mira en las esquinas más negras de nuestra sociedad, sin renunciar también a la imaginación más libre, a la mirada más fantástica, humor e incluso a la poesía. Aunque esta sea la poesía que llega con el final del mundo.