El ser humano necesita lazos de dependencia sanos y disponibles con sus objetos de amor y crianza, así como del medio circundante en el que se desarrolla. Cuando esto no sucede, sobre todo en la infancia y adolescencia, se sustituyen por lazos de dependencia patológica como la codependencia, el alcohol, el juego, la pornografía, las drogas, pero también por las redes sociales y los objetos tecnológicos como celulares, tabletas, etcétera. Cuando el dolor psicológico es tolerado gracias a un ambiente saludable, se genera crecimiento y la posibilidad de forjar un pensamiento creativo. Pero cuando el dolor no se puede tolerar, se producen síntomas, relaciones interpersonales disfuncionales y el desplazamiento al cuerpo o al mundo exterior, sin la posibilidad de un pensamiento creativo y de aprendizaje de la experiencia. Así, tenemos a la anorexia y la bulimia, donde más allá del origen de las ansiedades desencadenantes -como retos a la sexualidad, colapso del Yo ideal o dificultades internas con sus figuras parentales-, la adolescente siempre puede apelar al perfeccionismo corporal a través de la búsqueda y mantenimiento de la delgadez como una compensación universal que ofrece la cultura actual dentro de sus valores negativos. Otros temas que se presentan en este libro se relacionan con lo psicosomático, violencia familiar y abuso sexual infantil, experiencia de ser madre, depresión materna, psicodinamia de la traición, esquemas de pensamiento freudiano, investigación en psicoanálisis, adicción a redes sociales, un ensayo sobre el poeta Bukowsky, entre otros.