El propósito central de esta obra es evaluar el deterioro de las relaciones Cuba-Estados Unidos de América durante los primeros dieciocho meses del mandato del presidente Donald J. Trump. Desde diferentes ángulos se analizan el entorno internacional, el regional y los contextos que tienen lugar en Cuba y en Estados Unidos, con la finalidad de brindar, de manera holística, múltiples explicaciones a procesos en pleno desarrollo. Los actuales contextos reflejan signos contradictorios que expresan una circunstancia histórica concreta, donde los nacionalismos y populismos de extrema derecha han capitalizado el momento político internacional en la segunda década del siglo XXI. La obra está dirigida a audiencias interesadas en comprender la metamorfosis que el proceso de globalización ha provocado en Estados Unidos, las tendencias ideológicas y políticas que permean su proceso de conformación de política exterior y seguridad, así como la cosmovisión que regresa a la narrativa de la guerra fría y a un discurso nacionalista, anti-cooperación y belicista. De igual manera, en el libro se analizan los cambiantes actores y factores que han coadyuvado a la implementación de una política de gran incertidumbre hacia aliados y adversarios que, en todos los frentes, resulta más unilateral y agresiva.