Probablemente podríamos convenir con gran parte de la comunidad docente y de la sociedad en general que durante las últimas décadas todo ha cambiado mucho, y cada vez más rápido, y sin embargo la educación no lo ha hecho al mismo ritmo. No ha habido cambios sustanciales en los contenidos ni en las formas de enseñar, y esto es normal teniendo en cuenta que la formación de los profesores tampoco ha cambiado sustancialmente. ¿Cómo es posible que la educación no cambie si es lo que tiene que prepararnos para el mundo que nos espera, que se transforma cada vez más deprisa? El presente libro trata de responder a esta pregunta incorporando a la labor docente las herramientas del coaching para que el profesor pueda ser un guía más preparado y más cercano a sus alumnos, pues probablemente el estudiante de nuestros días tiene otras necesidades que el de antaño, cómo potenciar su creatividad y aprender a trabajar en equipo.

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