En esta novela, Ignacio Solares reconstruye la vida de Francisco I. Madero, el hombre que se opuso a la dictadura de Porfirio Díaz y proclamó la no reelección, iniciando la revolución mexicana. Para ello, elige una veta poco explorada: las creencias místicas y religiosas del personaje histórico, sus sueños y sus inclinaciones al espiritismo; su constante comunicación con las almas que lo predestinaban a ocupar un lugar de líder y mártir frente a su patria. La narración comienza con la muerte de Madero en la Decena Trágica y, desde ahí, se interna en los episodios claves que lo llevaron hasta ese momento crítico: sus debilidades ante el usurpador Victoriano Huerta, su interés por mediar intereses irreconciliables, las dudas que lo apartaron de sus aliados, como Zapata, y favorecieron a sus enemigos, a los que se empeñaba en perdonar, pese a las advertencias de todos... Solares se adentra al mundo emocional y psicológico del llamado "apóstol" con gran exactitud, ya que tuvo acceso a los apuntes personales de Madero. Por ello logra caracterizar al personaje con fidelidad, mediante un estilo certero, verosímil y una fascinante reconstrucción de hechos que conmocionaron la vida del país.

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