La guerra existe porque los humanos existen. La injusticia existe porque los humanos existen. Pero por la misma razón, la paz también existe porque los humanos existen, y también la justicia. Es por este hecho que los guerreros son tan importantes. Los conflictos llegarán para derribarte a ti y a los inocentes, y si no estás preparado, si no estás entrenado en los caminos del guerrero, estas fuerzas conspiradoras ganarán.Sin embargo, la guerra no solo existe en el campo de batalla. Estar preparado no es solo una cuestión de estar entrenado en el combate físico. Todos pasamos por nuestras propias guerras, nuestras propias derrotas, nuestras propias victorias. Todos los que conoces están librando una batalla personal de algún tipo; el hecho de que no hablen de ello o dejen que se muestre su cansancio interno de la guerra no significa que no esté allí. Mientras los seres humanos sufran y clamen por justicia, siempre habrá otra batalla que pelear. Y es una batalla que tenemos que enfrentar. Después de todo, la paz y la justicia no son frutos que caen del árbol una vez que están maduros; tenemos que alcanzarlos y agarrarlos o sacudir ese árbol para hacerlos caer para que no se marchiten y se pudran en la rama.