NIETZSCHE Y LA TRAGEDIA

OROZCO GARIBAY, JOSE MANUEL
NIETZSCHE Y LA TRAGEDIA
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¿Puede la tragedia retornar? La unidad de la vida como lo Uno Primordial es lo indefinido, caótico, tremendo, diverso, como nebulosa que siendo una, sin embargo, se dispersa en todas direcciones. La vida como vida es una en la medida en que es mi vida. Pero sobre todo mi vida es unidad de la vida porque es la vida que se comparte con todos los seres vivientes. ¿Acaso la vida de cada uno es diferente a la de los otros? La lucha entre la unidad dionisíaca y la individuación es la tragedia. Tragedia de vivir separado del ser amado; experiencia de unión o fusión con el ser amado, y de nuevo separación. Tragedia de sentir el embriagado momento de ser uno con los otros, en la fiesta báquica, para de nuevo regresar a ser la unidad viviente, solitaria, al margen de los otros. Tragedia de que lo Uno se fragmente en formas que retornan a la unidad para volver a individuarse, una y otra vez. Lucha entre Apolo y Dionisos, que es la lucha diaria entre el ser con uno mismo y el ser con el otro. Nietzsche nos invita a contemplar la tragedia en el espíritu de la música (quizá valga la pena sentir ese vaivén en Wagner). Tras la máscara rígida del moralista se esconde el afán de controlar las acciones de los hombres del instinto, del deseo. Quien dice amar la naturaleza sólo la quiere dominar; quien esgrime el bien somete en su nombre a los débiles, a los que conforman las masas llamadas 'moscas de mercado', que también pueden ser los hombres y mujeres del rebaño. Pero hay un sentido más perverso en el juego de la moral. Los débiles se valen de la moral para someter a los fuertes. Los obligan a negar el cuerpo, el deseo, la sensualidad. Les imponen la idea de Dios, los ideales ascéticos, despojándolos de esa pulsión de afirmar la vida que solamente en la Voluntad de poder se expresa. Por eso, hay fuerzas activas que manifiestan la voluntad de vivir, y fuerzas reactivas que manifiestan la negación de la vida. Las primeras son sometidas moralmente. Las segundas usan la moral y

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