Un poema de esta clase necesita ser leído en voz alta para tener sentido. El lector tendrá que romper el silencio de la página fría para liberar la participación, un fin al silencio y a la soledad. Lo que está en juego es la necesidad. Tarde o temprano, uno encuentra lo que necesita y lo que la labor de composición demanda. Para los materiales de un arte nuevo el problema no es si algo es arte o no, sino si uno está alerta a todas las posibilidades del universo. Lo que debe entenderse _lo que distingue la escritura de un poema de un proyecto de ingeniería_ es el hecho de que uno descubre la naturaleza de la labor (y por tanto los materiales y métodos de trabajo necesarios) a medida que avanza. De este modo el poema es una verdadera creación o invención y no simplemente la reproducción de algo que se sabe de antemano. Lo que nos mantiene al acecho es el grado y la hondura de nuestra propia necesidad. -John Taggart.