El Principito es considerado una de las obras más representativas del siglo XX. Pocos saben que fue escrita por Saint-Exupéry en Nueva York en el East Side de Manhattan después de abandonar Francia, en 1940, cuando fue ocupada por Alemania. Antes de unirse al escuadrón aéreo en África del Norte, Saint-Exupéry entregó el manuscrito y las ilustraciones de la novela a su amiga Silvia Hamilton. El autor nunca vio publicada su obra en Francia, desapareció en un vuelo de reconocimiento en 1944, días antes de la liberación de París. La primera edición fue publicada en Estados Unidos en 1943, en la actualidad hay más de 1,300 ediciones y ha sido traducida a más de 250 idiomas y dialectos, incluyendo el náhuatl, maya y el otomí. Más allá de ser un libro entrañable El Principito es una obra filosófica que versa sobre la naturaleza humana. Cada una de sus metáforas encierra significaciones esenciales que invitan a una profunda reflexión que nos recuerda que todo adulto fue niño una vez, que las rosas y las estrellas llegan a nuestra vida para transformarla, y que lo esencial es invisible a los ojos.