Con el comienzo del nuevo siglo, en el horizonte de nuestro futuro se vislumbra una inquietante tendencia, madurada en el marco de las oligarquías neoliberales occidentales: el uso frecuente de la guerra, incluso local, como respuesta a los problemas surgidos por la crisis global. Dicha tendencia se encuentra en la naturaleza violenta del capitalismo histórico y sigue su misma dinámica. Sin embargo, hoy en día, se presenta también como una reacción metódica a las crecientes dificultades para imponer su modelo político-cultural y de consumo. Más que un fenómeno cíclico, esta reacción alerta de una dificultad, incluso de un declive, no tanto del sistema capitalista en sí, sino de la hegemonía occidental en el terreno de la economía y de la cultura. ¿Nos encontramos ante un cambio de época? Eso ya se verá con el tiempo. Mientras tanto, se muestra necesario un análisis más puntual, más profundo, de los sangrientos conflictos abiertos en varios puntos del planeta, verdaderas guerras locales que provocan muerte y destrucción, sobre todo donde se concentran en mayor medida las principales reservas minerales, de energías fósiles (petróleo y gas), de agua y bienes alimenticios. En este libro intentaremos analizar, en particular, la situación de dos de las áreas fundamentales del planeta, ricas en materias primas y contrastes sociales, donde dichos procesos están en curso: América Latina y la región del MENA (acrónimo de Middle East & North Africa), que comprende Oriente Medio y el Mediterráneo, en sus relaciones con las nuevas superpotencias de la economía y de las finanzas.