Para don Justo Sierra, el culto a los héroes era la liturgia de la patria. En sus discursos y en sus libros encontramos fuego y fuerza impulsora de vida; en ellos arraiga sus convicciones políticas, da sentido a misión magistral y señala el invariable rumbo pro donde habría de conducir a la conciencia pública. él no aceptaba ni entendía que pudiese haber sino un género de patriotismo: el de los patriotas practicantes, identificados por la devoción a los héroes. Juárez siempre ocupó un lugar muy señalado en el ánimo del maestro Sierra. esta obra no sólo conserva su original aliento, además cobra ingente actualidad, porque se halla inspirada en los valores intemporales donde se fincan la noción y el ejercicio de nacionalidad, del patriotismo auténtico, necesidad cotidiana del vivir individual y colectivo; del vivir ajustado a los imperativos del pasado, a las realidades del presente y a las ineludibles exigencias previstas, proyectadas hacia el futuro. Para don Justo Sierra, el culto a los héroes era la liturgia de la patria. En sus discursos y en sus libros encontramos fuego y fuerza impulsora de vida; en ellos arraiga sus convicciones políticas, da sentido a misión magistral y señala el invariable rumbo pro donde habría de conducir a la conciencia pública. él no aceptaba ni entendía que pudiese haber sino un género de patriotismo: el de los patriotas practicantes, identificados por la devoción a los héroes. Juárez siempre ocupó un lugar muy señalado en el ánimo del maestro Sierra. Esta obra no sólo conserva su original aliento, además cobra ingente actualidad, porque se halla inspirada en los valores intemporales donde se fincan la noción y el ejercicio de nacionalidad, del patriotismo auténtico, necesidad cotidiana del vivir individual y colectivo; del vivir ajustado a los imperativos del pasado, a las realidades del presente y a las ineludibles exigencias previstas, proyectadas hacia el futuro.