# 24. Las diecinueve tragedias / Eurípides

EURIPIDES
# 24. Las diecinueve tragedias / Eurípides
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# 24. Las diecinueve tragedias / Eurípides

EURIPIDES

Llegamos al último de los trágicos griegos. inmortal como los otros dos, si fue vencido en vida, los vence después de muerto. El fue quien menor número de premios en la sentencia de los graves jueces tuvo: él es quien en los siglos que han seguido mantiene primacía. Esquilo y Sófocles pudieron rescatar del diluvio que abismó la cultura griega, siete tragedias cada uno. Las di en estas ediciones el año pasado. Eurípides, sin tantos triunfos, nos transmitió diecinueve. Aquí las doy todas. ¿Por qué este contraste? Quisiera yo explicarlo como lo entiendo. Quien esté atento a los datos biográficos y cronológicos de su producción, lea las dos notas que van después de esta parte. Vamos a pensar ahora en las razones de la perduración de Eurípides. Es hombre de su tiempo y hombre de eternidad. Es, sencillamente, hombre. Su tragedia es neta y absolutamente humana. Capta todo lo que somos, capta todo lo que padecemos, capta todo lo que anhelamos, capta todo lo que no podemos alcanzar .Por eso el hombre de todo tiempo, de toda cultura, de todo país, cuando lo ve en los teatros se enamora de él. Tengo un ejemplo-que contunde. En marzo de este mismo año de 1963 se dio a las tallas en brillante estreno un drama de Eurípides: Las Troyanas, que en este mismo volumen tiene el lector y en esa misma versión. Cuatro meses dura la representación en los diversos teatros del Seguro Social, a los que se debe esta renovación de lo clásico. Nunca sin gran asistencia de espectadores. Es sencilla la explicación: el hombre medio de hoy, como el hombre medio de Atenas hace dos mil cuatrocientos años, entiende y penetra el pensamiento y la emoción del poeta. Es que el poeta habla como hombre para todos los hombres, aun los de la edad atómica, que son como los niños. La hermosa concepción de lo humano hace que se encarne en los vehículos de su tiempo. Natural era que los mitos, las leyendas, las tradiciones de su pueblo le dieran el tema. No iba a buscarlo en la América, que tardaría siglos en salir de entre ¡as aguas infinitas, como surgió Afrodita. y tenía que ser entendido, de otra mentira su pueblo hubiera hecho lo que hace siempre, Nada hay que lo cautive y no vuelve al teatro. Eurípides, dentro del vehículo de sus mitos y leyendas, a base de sus propias elaboraciones, pudo dejarnos hombres vivos de todo tiempo y en especial ;maravillosos caracteres de mujer. Esta una razón de que no se olvide nunca. Su rebeldía del pensamiento, otros de los constantes motivos de exponer al trágico. es más ficticia que verdadera. Han hecho algunos de él un libre pensador al modo de los tiempos de Voltaire.

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