El Diálogo es una obra literaria escrita, no un coloquio vivo, directo. Pero cabe imaginar que el texto de Valdés reproduce en detalle y con meditada reelaboración los puntos y las ideas expuestas espontáneamente a lo largo de una conversación real. Los libros escritos a manera de diálogo seguÃan una moda entonces imperante, dentro de la cual podÃa encontrar Valdés modelos tan ilustres como Erasmo o como Castiglione y Bembo. Los interlocutores que intervienen en el Diálogo de la lengua parecen ser todos personajes reales, aunque su identificación resulta todavÃa problemática, sobre todo en lo referente a Pacheco. Pero bien puede pensarse que eran hombres de carne y hueso, no entes de ficción creados por Valdés; cada uno de ellos queda perfectamente retratado en el libro, inclusive Marcio, quien -como ha observado Terracini- es el hombre culto, el erudito de mente inquieta y perspicaz, que actúa como maestro de ceremonias, escogiendo y ordenando los diversos temas objeto de la plática, y destacando los asuntos de mayor importancia ya sea mediante preguntas muy atinadas, ya con inteligentes observaciones personales. El Diálogo responde a una necesidad real, que Valdés debió de advertir plenamente. La lengua española se estaba extendiendo por toda Italia, y las personas cultas Se esforzaban por dominar los secretos y donaires del romance castellano. Como yeis, ya en Italia assà entre damas como entre cavalleros se tiene por gentileza y galanÃa saber hablar castellano, explica Marcio. Y Valdés procurarÃa, además, ayudar a sus amigos y discÃpulos a aprender bien el español, para facilitarles la comprensión de los tratados religiosos que él siempre escribÃa en castellano.
Detalles
- Editorial: PORRUA
- Materia Obras teatrales
- ISBN: 9789700722085