Herman Hesse enfocó su atención en el problema de la soledad espiritual, en la búsqueda del conocimiento personal, del sentido de la vida, de una realidad íntima, de cierta especie de unión mística, con una forma y estilo que son de lo mejor logrado en la literatura alemana moderna. En El lobo estepario, Harry Heller, el personaje central, es un humano extraño, solitario y marginado, cuya mirada penetra dolorosamente el mundo que lo rodea. Su personalidad refleja los vicios y las virtudes de la humanidad, el conflicto que define a nuestro tiempo, el desgarre entre un lastre de tendencias materialistas y la alada aspiración a lo absoluto. Al seguir la historia de su vida asistimos al examen de las posibilidades demoniacas en una persona en pos de su verdadera identidad. El desasosiego, la intranquilidad de un espíritu superior como el de Haller, disconforme con la época presente, material y de transición, producen páginas memorables, de cierta especie de unión mística. En El lobo estepario, Harry Heller, el personaje central, es un extraño ser humano, solitario y marginado, cuya mirada penetra dolorosamente a través del mundo que lo rodea, del mundo en que vivimos. Su personalidad refleja los vicios y las virtudes de la humanidad, el conflicto que define a nuestro tiempo, el desgarre entre un lastre de tendencias materialistas y la alada aspiración a lo absoluto. Al seguir la historia de su vida asistimos al examen de las posibilidades demoníacas en un ser que no logra alcanzar su verdadera identidad. El desasosiego, la intranquilidad de un espíritu superior, como el de Haller, mal avenido con la época presente, material y de transición, producen páginas memorables. En ellas está la humanidad, con sus preocupaciones.