Éste no crea los genios, pero determina condiciones favorables contrarias a su desarrollo, según las diferentes clases de talentos artísticos, y origina una selección entre ellos, dejando florecer los unos y sofocando o desviando a los demás. Así el estado general de desventura de los hombres de la Edad Media tras las invasiones y el duro régimen feudal tras tantas hambres y pestes, su exaltada sensibilidad por el amor místico y caballeresco, la entusiasta adhesión a la concepción cristiana del mundo y del más allá que, según Taine, fueron consecuencias de la depresión general de los ánimos, explican el nacimiento de la arquitectura gótica con sus caracteres peculiares y su expansión en Europa. Decidido a no ver en las obras de arte otra cosa que productos del medio, consagra la quinta, última parte de su obra al ideal en el arte y fácilmente se comprenderá que, habiendo señalado como objeto de la obra de arte el convertir en denominador un carácter notable, el artista se ha de formar la idea de ese carácter y, con arreglo a ella, transformar el objeto real; con lo que el objeto así transformado, se convierte en ideal. Las cosas pasan de lo real a lo ideal cuando el artista las reproduce modificándolas conforme a su idea, y esto se verifica cuando altera las relaciones de sus partes para hacer más visible y dominante algún carácter notable. La Filosofía del Arte, inspirada en las ideas de Augusto Comte y fundamentada sobre el justo reconocimiento de las relaciones que se establecen entre el arte, la cultura y la vida social, es el prototipo perfecto de la estética positivista y, como tal, tuvo enorme predicamento durante muchos años, gracias a la vasta cultura del autor y a la claridad y brillantez de su exposición.

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