Muchas veces hablar en público representa sentirse expuesto a burlas y críticas destructivas, aunado a que algunos consideran que la oratoria es un cacto ridículo. Lo que es un hecho es que no siempre un orador es un buen exponente. Pronunciar un discurso ante la mirada de un público aprobador o desaprobador implica un desafío. ¿Qué debemos tomar en cuenta para atrapar la atención de los oyentes y lograr una conexión a través de nuestros argumentos? Esta obra nos brinda consejos útiles acerca de la oratoria: preparación, anotación, volumen, gesticulación, estilo propio e, incluso, diversión. Basado en su experiencia, el autor encamina al lector a asimilar y vencer los obstáculos que influyen para lograr una comunicación clara y asertiva, pues coincide en que ese encuentro llevará al orador al éxito o al fracaso.