Hace cincuenta años, nuestra Universidad vivió una de las etapas más intensas y festivas y, a la vez, más graves y lamentables de su larga historia. La participación de su alumnado, personal docente y administrativo en el Movimiento Estudiantil de 1968 despertó simpatías y obtuvo apoyo de un amplio sector de la población. Sin embargo, también fue blanco de ataques desde distintas esferas de poder. El Movimiento, que había nacido como una simple protesta, pronto se convirtió en expresión del profundo descontento social de la época, llena de ímpetu transformador y libertario. Precisamente por este motivo suscitó la reprobación de quienes temían al cambio, y cuyas acciones para frenarlo no hicieron sino evidenciar su urgencia. Pero la Universidad no estuvo sola en aquellos días aciagos. Desde el primer momento, el estudiantado del Instituto Politécnico Nacional, que había sido la primera institución educativa agredida, se alió a la UNAM para constituir una sola y vasta comunidad estudiantil que se opuso a la sinrazón y el autoritarismo de quienes ordenaban las acciones de la policía y el ejército. Aún hoy es emocionante ver la manera en que un enorme número de jóvenes que cursaban estudios medios superiores y superiores se hermanó para defender sus escuelas y reclamar el cumplimiento de la ley. Los estudiantes del Politécnico jugaron un papel destacado en la conducción del Movimiento Estudiantil y sufrieron también ataques inmerecidos y desmedidos: la "toma" del Casco de Santo Tomás, entre la noche del 23 de septiembre y la madrugada del 24, es posiblemente el ejemplo que con mayor rapidez viene a la memoria.
Detalles
- Editorial: UNAM (UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO)
- Año de edición: 2018
- Materia Política
- ISBN: 9786073008822
- Encuadernación: RUSTICA