Abraham Zabludovsky está considerado entre la nueva generación de arquitectos mexicanos porque en su obra se ha preocupado por resolver los problemas de México desde un punto de vista técnico y humano, porque sin ignorar las innovaciones técnicas de nuestro tiempo, aprovecha al máximo los sistemas de construcción y los materiales disponibles. Pocos como Zabludovsky se han internado tanto en el complejo universo de la arquitectura, pues el suyo es además oficio de constructor y contratista. Para él, así, la tarea de arquitecto es un logro social, que está ligado a los factores y las condiciones generales del entorno. El arquitecto debe tener los pies sobre la tierra, pues sobre ella eleva sus edificios. Esta situación le permitirá elevarse con ellos, y por ellos. Esta obra monumental abarca el trabajo de uno de los grandes arquitectos mexicanos de fama mundial, desde la mitad de la década de los cuarenta hasta 1978.