Nuestra interpretación de cualquier evento moldea nuestra realidad, y si le damos un significado incorrecto a ese evento puede arruinarnos. Cuando era niño, asociaba la riqueza con la popularidad y la veía como la solución a los problemas de la vida. En mi vida adulta temprana, me preocupaba el dinero todo el tiempo. Pensé que dejaría de preocuparme una vez que ganara una cierta cantidad o que tuviera "suficiente" en el banco, pero cuando lo poseía en abundancia, aún me preocupaba. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi preocupación no tenía nada que ver con mis circunstancias externas.