Desconocido por muchos, el nervio vago es clave para la salud y la vitalidad. Mediante sencillas técnicas diseñadas para estimularlo, podemos mejorar la calidad del sueño, la digestión, la inmunidad, los niveles de azúcar en sangre, el estado de ánimo y otras funciones sin necesidad de medicamentos. El nervio vago, que regula las funciones automáticas del cuerpo, desciende hacia el intestino pasando por distintos órganos como los pulmones, el corazón, el hígado o los riñones. No solo es un elemento fundamental para el buen funcionamiento del organismo, sino que también constituye el vínculo más directo entre el cerebro y el microbioma intestinal, esencial para las funciones inmunitarias y antiinflamatorias. La obra de Navaz Habib nos proporciona las herramientas que necesitamos para entender cómo afectan el nervio vago y el sistema parasimpático a nuestro estado de salud e incluye rutinas diarias, semanales y mensuales para activarlos, desde ejercicios respiratorios, crioterapia (exposición al frío) o el uso de probióticos hasta técnicas pasivas como acupuntura o masaje.