La música es un tema que atrae pero, al mismo tiempo, que asusta o inhibe a algunas personas, especialmente a los no músicos. Estoy convencida de que este excesivo respeto hacia la música por parte de profesionales que se dedican a una cantidad de disciplinas humanísticas afines al arte, y en particular a la música, ocasiona un empobrecimiento en relación con la extraordinaria potencialidad de los desarrollos actuales en los diferentes campos del conocimiento humano. Por ese motivo, me propuse hacer algo desde mi lugar para tratar de tender un puente entre el mundo de la música -o los músicos- y el resto de la gente. Hacer puentes, producir entrecruzamientos, con el fin de demostrar que existen amplias posibilidades de acceso al ejercicio de lo sonoro-musical por parte de todas las personas, independientemente de la condición de músico profesional. Pensé que una manera de aproximarme a este objetivo, un punto de partida, podría ser convocar a especialistas de diferentes disciplinas quienes, en sus respectivos campos, constituyen figuras verdaderamente arquetípicas, y mantener con éstos un diálogo "a puertas abiertas" sobre el tema de la música; por supuesto, desde sus propias perspectivas, inquietudes y experiencias personales.