El tragatipos se alimenta de buena literatura; la fuente de vida de los uduizes son las lágrimas; del colmoyote nacen los sufrimientos del hombre... Y por ahí se cuelan los guardianes de los furores del sueño, el geólogo animal y un ganso coleccionista. ¿Existen? Son producto de animalías oníricas e imaginarias, fruto de la inspiración que alumbra un bestiario poco común.

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