Yo creía que Flash era el superhéroe más veloz del Universo, hasta que conocí a una superheroína mil veces más rápida: la Luz.

Para Navidad me regalaron un aparato extraño, largo y con un lente. ¡Un rifle de cazador!, grité, pero luegovi que en su caja decía «Telescopio astronómico». ¿Broma? ¿Por qué el Viejo Pascuero me mandaba algo así? Pensé que era un castigo por haberme portado mal durante el año, en cambio Hidrógenes lo encontró demasiado pro y me aseguró que se trataba de una máquina del tiempo. ¡Y no mentía! Me gustó tanto mi regalo que terminé viajando al norte de Chile y aprendiendo de astrónomos de verdad.

Detalles

Otros libros del autor