Caín es un hombre que, agraviado y presionado por los caprichos de Dios, asesina a su hermano. Marcado por este crimen, recorre diversas épocas bíblicas en las que atestigua la tiranía divina y, aunque no se arrepiente de su delito, se indigna ante la injusticia. En esta novela, la última que Saramago publicó en vida, el autor retoma la anécdota de uno de los personajes más recriminados del mundo occidental para darle un nuevo tratamiento: el de un antihéroe que, a pesar de ser humano, se atreve a desafiar a un enemigo invencible.