¿Por qué un libro que trata únicamente de escalada de paredes sin ninguna referencia al alpinismo? La respuesta es sencilla: actualmente, la escalda es una actividad aparte, que busca la dificultad y al pureza de movimientos en la roca. Esa búsqueda de la dificultad ha conducido al escalador a concebir la caída como un método de aprendizaje, mientras que el alpinista la ve como un desafío. Los terrenos de juego son diferentes. Alrededor de esta nueva óptica, se desarrolla toda una tecnología que permite acceder a vías completamente inclinadas. El objetivo de este libro es transformar un escalador principiante en una persona totalmente autónoma, capaz de escalar en cabeza, administrando con eficacia su cordada, tanto en los rocódromos como al aire libre. A lo largo de todo el libro, el lector encontrará los elementos necesarios para progresar en su nivel; además, los dibujos y una claras explicaciones facilitarán el aprendizaje de estas técnicas.