El fenómeno de los colores nos maravilla desde pequeños, jugamos con ellos, los devoramos con ansia, los contemplamos con asombro. Incluso en la más profunda oscuridad se nos manifiestan, porque viven dentro de nosotros. En estas páginas veremos cómo la fotografía nos permite entablar una conversación silenciosa con ellos, que gustosos se convierten en prisioneros de nuestro placer. El fenómeno de los colores nos maravilla desde pequeños, jugamos con ellos, los devoramos con ansia, los contemplamos con asombro. Incluso en la más profunda oscuridad se nos manifiestan, porque viven dentro de nosotros. En estas páginas veremos cómo la fotografía nos permite entablar una conversación silenciosa con ellos, que gustosos se convierten en prisioneros de nuestro placer.

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