Cuentan las viejas consejas que en cierto país del mundo, los adultos dicen que los jóvenes toman la libertad como libertinaje, que decidir sobre sus vidas es prematura para sus escasos años, que no pueden adquirir una profesión si no poseen los consejos de los que saben, que no tienen la suficiente madurez para casarse... pero también es cierto que los adultos ignoran a los jóvenes, que no conversan con ellos sobre sus aspiraciones y objetivos, que no conviven ni los tratan como su descendencia, en suma, que no les dan confianza ni aliento... ¿Conoce, estimado lector, esta situación? A través de una interesante y fructífera charla entre cuates, un profesor muy alivianado y sus alumnos, la autora de Cómo educar a sus hijos para la libertad, nos detalla y expone el difícil proceso que sufren los adolescentes ante el encuentro de esa palabra que engloba muchas situaciones y posiciones, pero que es muy complicado conceptuar: la libertad entre los jóvenes. Esperamos que éstos hallen respuesta a sus interrogantes y expectativas.