El docente como mediador es quien facilita el andamiaje propicio para el logro de competencias, quien toma la realidad de manera estructurada en función de una meta e intencionalidad de enseñanza específica para potenciar capacidades de aprendizaje, quien realiza conexiones a partir de procedimientos previamente adquiridos por los alumnos. Pero a menudo, aunque reúna estas condiciones, no puede cumplir acabadamente su tarea pues una serie de dificultades de orden comunicativo interfieren en ella. Este libro invita a pensar cómo decimos lo que decimos y con qué, así como en las consecuencias. Para ello se parte de caracterizar la comunicación en aras de lograr un clima áulico positivo, y la importancia particular de la comunicación no verbal en este punto. Se describen los posibles mensajes que el cuerpo y la forma de hablar transmiten, tanto como el movimiento dentro del espacio. También se analizan las implicancias del empleo de la observación como técnica, se enumeran los pasos para planificarla y se incorporan instrumentos de apoyo. Este libro está dirigido a profesionales de la comunidad educativa de los distintos niveles: inicial, primaria, secundaria, superior y universitario; también al equipo de gestión institucional y supervisores. Está destinado también al estudiante de los profesorados docentes, a quien observa y a quien realiza prácticas pedagógicas, a quien recibe y conduce a practicantes, en fin, a todo aquel que desee reflexionar sobre el tema y, por ende, mejorar su práctica.