De entre las muchas miradas que podemos dirigir a las instituciones educativas, en esta obra se observa y describe una de sus cualidades más omnipresentes y a la vez menos conocidas: la cultura moral. Una especie de atmósfera que envuelve e influye a sus miembros, que invade todos los rincones del centro y que se nota desde el mismo instante de cruzar su vestíbulo. Una atmósfera que resulta de toda la complejidad de acciones y actividades que ocurren en el día a día de la vida escolar y que lentamente van calando en la personalidad de los escolares y dando forma a su modo de ser: les va educando en valores. A pesar de la importancia de la cultura moral, cuesta concretar qué elementos la componen, cómo influyen en el alumnado y cómo se construyen instituciones educativas con una óptima cultura moral. Sabemos intuitivamente qué es la cultura moral, pero nos cuesta pensar en ella y usarla para educar mejor. La obra está pensada para dar herramientas que nos ayuden a entender y mejorar la cultura moral de los centros educativos. Se verá, a lo largo de sus páginas, que la cultura moral no es únicamente un conjunto de ideas compartidas por los participantes en una institución educativa, ni tampoco es el clima relacional que hay entre ellos, sino lo que juntos llevan a cabo: el conjunto entrelazado de prácticas y el mundo de valores que crean. En consecuencia, se definirá la cultura moral como una cualidad global de las instituciones complejas que resulta de su sistema de prácticas educativas y del mundo de valores que crean.

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