La educación es la base del presente y del futuro. Gracias a ella entendemos el pasado. A través de ésta el individuo puede llegar a ser cada vez más humano; tiene una dimensión individual innegable, un calibre social. Los cartógrafos sociales consideran que el aprendizaje es el norte que permite establecer cualquier ruta de progreso. Es también la mayor garantía de los valores superiores de todo Estado constitucional de Derecho: igualdad, justicia y democracia. Este libro analiza, con erudición pero a la vez con sencillez, el tema de la educación, el cual ha sido fuente permanente de reflexiones a lo largo de nuestra historia y ha vuelto a estar en el centro de la atención a raíz de la reforma educativa de 2013. Primero, presenta una introducción sobre el derecho a la educación, en la que se explican sus principales líneas definitorias: objeto, fundamento, fines, titulares y destinatarios. La obra también se ocupa de una dimensión constitucional poco explorada de la educación: su condición de deber. En consecuencia, se exponen sus elementos normativos y se aborda un problema actual: el homeschooling; al respecto, se valora si se puede cumplir con tal deber realizando los estudios en casa. Asimismo, se detalla quién es el sujeto obligado del derecho a la educación y cuál es el contenido obligacional de éste, y se profundiza en las implicaciones que tiene para el Estado y para los titulares su reconocimiento de acuerdo con los estándares internacionales. Por último, se examinan otros derechos y garantías institucionales que contempla la Constitución mexicana y que se encuentran estrechamente vinculados con el derecho a la educación en sentido estricto, como es la libertad de enseñanza, los derechos de participación, la autonomía universitaria y la libertad de cátedra.