Conforme pasa el tiempo, el desorden en la regulación de lo civil va en aumento. La vigencia del calificado como Código Civil Federal ha generado una serie de cuestiones, provocadas especialmente por la falta de aplicación que campea en la materia. Se pasa lamentablemente por alto que todo lo relacionado con lo civil está reservado a las legislaturas de los estados, por así ordenarse en disposiciones constitucionales, y sólo aislada y eventualmente será de la competencia federal por ser materia federal, como bien lo es lo relativo a condición de extranjeros, a bienes nacionales, a testamento militar, a matrimonio contraído en el extranjero y únicamente ello, con una que otra materia más, justifica disposiciones provenientes del legislador federal. Resulta absurdo por atentatorio que el Congreso de la Unión se avoque a cuestiones como alimentos, matrimonio, divorcio, patria potestad, tutela, representación legal, poderes generales y en fin, tantas y tantas materias que componen la disciplina civil. Lo peor es la validez, así sea meramente formal, de un ordenamiento casi en su totalidad inútil y que lo único que provoca es confusión y oportunismo de quienes aprovechan esa situación para sacar ventajas de ello. Ciertamente lo ideal será la legislación civil única en todo el País, como acontece en cualquier otro lugar, pero mientras la regulación constitucional no cambie, la materia civil es materia local; debernos aceptar un Código Civil por cada entidad federativa y por contra, un Código Civil de carácter federal es inconstitucional, amén de inútil y engañoso. El desarrollo de este volumen será conforme al Código Civil local, por las razones y con las salvedades señaladas al inicio de estas líneas.
Detalles
- Editorial: PORRUA
- Año de edición: 2011
- Materia Derecho civil
- ISBN: 9789700772943
- Páginas: 810
- Encuadernación: PASTA DURA