Pocas personas habrá que no estén de acuerdo en que la apertura es una de las fases más desalentadoras para quienes se acaban de iniciar en el ajedrez. Hay literalmente cientos de variantes distintas, muchas de ellas con nombres extraños, y algunas abarcan más de 20 jugadas teóricas. En este libro se argumenta que estudiar las aperturas no tiene porque ser una tarea difícil en lo absoluto. Al contrario, puede ser placentera e instructiva. La clave para jugar bien las aperturas no radica en aprenderse líneas de memoria sin más, sino en entender sus principios básicos. En esta obra se guía al estudioso por los temas vitales: rapidez en el desarrollo, control del centro y seguridad del rey. Captar estos principios y sus múltiples derivaciones es lo que permitirá al lector recrear la teoría de aperturas.

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