DETENGAN EL TREN
-70%
Compartir:

No le cabía la menor duda de que lo de la niñita que yacía en la vía era una tomadura de pelo, que no estaba atada a los rieles como tampoco el niño que estaba a su lado estaba genuinamente tratando de cortar las sogas. Todo era un engaño para obligarlo a detenerse. Muy bien, él les enseñaría a no hacerse los tontos en su tramo de vía. Dejó que el tren avanzara a la velocidad del paso. Es el año de 1893: una nueva vida le espera a Cissy y a su familia en las praderas de Oklahoma, pues junto con muchos otros colonos, viajan a Florence, con la esperanza de construir su propio pueblo. Pero la compañía ferroviaria quiere comprar sus tierras y cuando ellos se niegan, el dueño jura que los trenes no harán parada en Florence. Sin el tren, no habrá forma de que el pueblo sobreviva. Así que deciden detener el tren, pase lo que pase, por las buenas o por las malas.

Detalles

Otros libros del autor