En el desarrollo integral del directivo de empresa, se presentan de manera clara y concreta en una primera parte, aspectos psicológicos del conocimiento humano, apoyados por la disciplina del análisis transaccional, con el fin de crear un contexto de referencia bajo el cual el directivo amplíe su formación con respecto a su autoconocimiento y su personalidad de manera integrada, así como el de los demás, que le permitan en su función de conductor de hombres saber emplearlo con mayor eficacia. En este contexto, y ligados siempre al concepto psicosocial, se estudian en capítulos siguientes los principales aspectos que, sin ser excluyentes, tratan sobre el desarrollo intelectual para que le facilite una secuencia de conductas más inteligentes; el desarrollo fisicomental para que le permita aplicar en su actividad directiva la clásica frase "mens sana in corpore sano", facilitándole así una mejor actuación y satisfacción en su campo de acción; el desarrollo perceptivo de la imagen personal para que en la empresa se logre una percepción suya y de los demás, y afuera una mucho más amplia de la imagen propia y la de la empresa; el desarrollo de la capacidad afectiva para mejorar su capacidad de relación, comprensión, colaboración e integración interpersonal; y finalmente sobre la capacidad de diálogo y negociación ligada a la marcha de la empresa y de cuyos problemas y soluciones el principal sostén de equilibrio y responsable de sus soluciones es el directivo. La segunda parte abarca lo referente a la capacidad integral y sinérgica de los directivos que por su propia personalidad y funciones están obligados a contar con capacidades diversas que van desde la simple capacidad de saber relacionarse pasando por las capacidades de percepción, análisis y síntesis, de reflexión, de proyección, etcétera, hasta llegar a las capacidades de organización, conducción y control. La obra se desarrolla en un discurso simple, claro y conciso. Con seguridad se convertirá en una herramie