En la Roma del siglo I, Apicio, enormemente rico y obsesionado por descubrir los sabores más exóticos y deliciosos, tiene una singular ambición: llegar a ser consejero gastronómico del César, un honor que le proporcionaría una enorme influencia. Para ello compra por una fortuna al esclavo Tracio, a quien advierte que no debe comer nada que no haya preparado él mismo, y que se aleje de su madre, a quien odia tanto como ella a él. Algo asustado, Tracio comienza a trabajar como jefe de cocina, y pronto asombra a su nuevo amo y a sus invitados con sus delicadas y maravillosas creaciones. Al tiempo que logra que toda Roma hable de sus fabulosos banquetes, deberá buscar su lugar en el domus de Apicio, donde las intrigas y traiciones son tan complejas y peligrosas como la propia política imperial.