Un retrato lúcido e inmisericorde de un ser humano -carnicero por vocación, soldado por necesidad- privado de sentimientos

En El matarife, su ópera prima, Márai relata con hondura y destellosde humor negro hasta qué punto una persona puede modificar su propia naturaleza sometida a los estragos de una guerra despiadada y cruel.

Reconocido y admirado como autor de una excepcional serie de novelas de prosa intimista y profunda-entre las que destacan El último encuentro y La mujer justa-, Sándor Márai es un auténtico maestro a la hora de narrar los hechos de mayor dramatismo con una deliberada ligereza que se transforma de pronto en un estallido de impulsos y acciones no controlados por la razón.

En El matarife, su ópera prima, Márai relata con hondura y destellos de humor negro hasta qué punto una persona puede modificar su propia naturaleza sometida a los estragos de una guerra despiadada y cruel.

Hijo de una humilde familia de guarnicioneros de Brandeburgo, la vida del niño Otto Schwarz da un vuelco tras presenciar el sacrificio de un buey en compañía de su abuelo. Fascinado ante la evisceración del animal, Otto descubre en esa escena de violencia y sangre su verdadera vocación. Pero el sueño de convertirse en matarife se ve truncado con la llegada de la guerra, donde Otto liquida a los soldados enemigos como lo haría con las reses, con una implacable falta dehumanidad que se manifestará más adelante de una manera escalofriante y trágica.

Con la distancia y la precisión de un cronista, Sándor Márai expone a través de un personaje singular el trastorno psíquico que provocó la Primera Guerra Mundial y se alargó durante los años posteriores.

La crítica dice?

«Una novela que no es de juventud ni de madurez, pero que contiene la escritura precisa, la prosa límpida y la morosidad de las frases características del gran Márai.» La Repubblica

«Un individuo enajenado al que sólo la pluma de un soberbio escritor como Sándor Márai podía darle una apariencia misteriosa e implacable a un tiempo, algo que, todavía hoy, lo hace trágicamente actual.» Corriere della Sera

«Un relato cuyas espléndidas páginas iniciales nos presentan a un ser marcado por la violencia, a la altura de Christian Moosbrugger, el memorable criminal de Robert Musil.» Il Giornale

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