“El día que mi madre se quitó la vida fue uno de los más felices de mi adolescencia… ¿Que si la odiaba? No lo sé tampoco… sé si la quería. Hay muchas cosas que no sé, que no recuerdo, que no entiendo.” Renata tiene catorce años y la certeza de que es feliz por la muerte de su madre: Sabina. Los lectores desconocemos sus impulsos y precisamente esa incógnita es la que nos mantiene enmarañados en esta historia que muestra personajes complejos, trazados con una pluma que sin duda sabe contar historias. Sofía Guadarrama Collado muestra lo que es capaz de ser cuando los celos se determinan en su mayor motivación.

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