Santi es un artista del skate, el mejor. Pero la plaza del pueblo está copada por Los Capos y nadie puede patinar allí sin su permiso. Ellos mandan. Claro que Santi no se da por vencido y tanto insiste, que Los Capos lo ponen a prueba. Si quiere pertenecer al grupo, deberá ir al cementerio, solo y de noche, a profanar una tumba. Santi es valiente y le sobra decisión, pero no puede imaginar que a partir de esa noche sucederá una serie de episodios tan extraños que alterarán su vida y la del pueblo entero. Y no hay vuelta atrás. Todo será como un loco y furioso viaje en un skate del diablo.

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