Premio Alfonso García Ramos de Novela 2002. A Juan, restaurador de arte obsesionado por los mosaicos, le acusan sus amantes y hasta la policía de ser un vampiro, algo que él no comprende, pero acaba aceptando. Y en la vida del solitario Juan aparece Teresa, una mujer alegre y enigmática que está dispuesta a escucharle a cambio de algo. Entre ambos se establece una intensa y ambigua relación que es el motor de esta novela contundente, tragicómica y hondamente reflexiva sobre los arrebatos del amor y el miedo a la soledad.

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