La cerveza, a pesar de su característico sabor amargo, o quizá precisamente por él, lleva apasionando a la humanidad desde hace más de 6.000 años, cuando aparece referenciada por primera vez en unas tablillas sumerias. Egipcios, bárbaros y romanos gozaron de sus beneficios, pero su primera época de oro se sitúa sin duda en la Europa medieval, en las abadías donde los monjes la fabricaban de modo artesanal y guardaban con celo la receta. Más tarde se convertiría en un negocio, con factorías y gremios que evolucionarían hasta que los descubrimientos de Pasteur dieron con el cuarto elemento: las levaduras. Hoy en día, los cuatro ingredientes (lúpulo, agua, malta y levadura) permanecen inalterables, aunque hay muchas variedades y algunas cervezas imaginativas que añaden especias, frutas o hierbas al sabor original. En todo caso, ponemos al alcance de todos los lectores el aprendizaje esencial para lanzarse a fabricar una cerveza artesanal y, sobre todo, el gran amante de la cerveza se sentirá como en casa ante el extenso catálogo de cervezas, una por una, clasificadas por continentes y países, y analizadas pormenorizadamente con una ficha ilustrada que especifica sus características, anécdotas, curiosidades y maridajes perfectos.