El percibir una obra de arte mediante su contemplación emocional o lectura inteligente, le damos razón de ser, sentimos, aprendemos y adquirimos vivencias de la belleza que nos es útil: "Nada humano nos es ajeno". Es entonces cuando la obra de arte además de su creación, está en función del conocimiento y su aprendizaje, en este caso del cuerpo y su mirada. Visualizar y percibir poemas y fotografías conmueve, perfecciona la realidad. El arte erótico puede tomarse como modelo de nuestros hechos, su educación, su camino y lo que nos provoca, hace que el acto de amor sea más profundo y su dicha más real porque es tolerante a la diferencia y abierto en su sentido humanístico. Se entiende que toda antología es incompleta, más adelante retomaremos este trabajo que no tiene otro mérito que el haberse dejado apasionar introspeccionando, a veces irreverente, pero libre; con un deseo artístico, con el que podríamos concebir a todas las artes. Este libro intenta motivar la imaginación y enaltecer nuestra experiencia con 200 imágenes poéticas y fotográficas -notables en su frescura y sensualidad- que van de los siglos V antes de nuestra era a la actualidad y desde el México multicultural hasta el Oriente milenario y magnífico. Las fotografías han sido cortesía generosa de sus autores prestigiados, las que no llevan crédito son anónimas francesas del siglo XIX y principios del XX. Quien ha abierto su criterio, apreciará y disfrutará en la soledad o en compañía, la verdad de estos clásicos y modernos de la palabra y el arte plástico en su decir y amar con intensidad. Ricardo Alborez García