La calidad educativa es una frase presente en el discurso de la política pública de todas las naciones, pero la definición de la misma y cómo alcanzarla es el verdadero reto. Si bien la calidad educativa es multifactorial, consensualmente se dice que uno de los factores que más la determinan es la formación docente, de ahí la importancia de la toma de postura al respecto. El interés de los autores de este libro se centra no tan solo en brindar una alternativa a la formación docente de educación básica (primaria y secundaria) y media superior en lo general, sino particularmente en incidir en la mejora de la calidad de la enseñanza de las matemáticas en estrecha vinculación con las necesidades de aprendizaje identificadas en los estudiantes mexicanos en las evaluaciones nacionales e internacionales de las décadas recientes. Se destaca la relevancia de la formación integral inicial y permanente del profesorado a partir de un modelo académico general de cuño propio que consta de cuatro pilares: dominio conceptual, dominio cognitivo, dominio metacognitivo y dominio de cultura de excelencia. Este modelo de formación docente de carácter académico y psicopedagógico se ejemplifica detalladamente para el ámbito de las matemáticas considerando: dar solución a la falta de vinculación entre los perfiles de egreso del alumnado y los perfiles docentes de los distintos niveles de la educación obligatoria; retomar la importancia de los conceptos esenciales de las disciplinas que dan cimiento al conocimiento de nuestra civilización actual y dar cauce a la didáctica sin divorcio de los conceptos esenciales. De esta manera, gracias a los cuatro dominios del Modelo PIFMA que proponen los autores, es posible brindar orientación y certidumbre a la formación docente en cualquier nación, más allá de la ambigüedad del enfoque de competencias y del embrollo de las políticas educativas, proporcionando así una visión en pro de la calidad educativa a la que tiene derecho la ciudadanía de cualquier país.