El fracking ha despertado mucho interés en los países europeos ante la posibilidad de extraer gas de una forma más rentable, pero al mismo tiempo ha suscitado la crítica de quienes afirman que su uso entraña una serie de riesgos a los que la sociedad y el medio ambiente no deberían estar expuestos. Así, mientras que muchos ponen la mirada en las esperanzadoras noticias que llegan desde los Estados Unidos, país pionero en el empleo del fracking, otros niegan que existan tales beneficios.