Las Inmaculadas tardías de Zurbarán aparecen como niñas primorosas, a quienes ya no es necesario añadir los símbolos de las Letanías. Hacia 1650, la pintura de la la Purísima estaba asentada en España: una sencilla imagen de infancia, símbolo de pureza, vestida de azul y blanco y aureolada de luz solar, resultaba suficiente para ilustrar lo inexpresable. Algunas obras importantes e inéditas han enriquecido el catálogo de su producción pictórica mientras que nuevos documentos descubiertos por los especialistas del artista han permitido contextualizar su biografía. Hoy en día conocemos mejor la familia de Zurbarán, sus primeros años de carrera en Llerena y sus relaciones con las colonias españolas del Nuevo Mundo, mucho más tempranas de lo que se suponía antaño.
Detalles
- Editorial: ARCO LIBROS
- Año de edición: 2007
- Materia Pintura
- ISBN: 9788476356876
- Páginas: 174
- Encuadernación: RUSTICA