De manera repentina, el abuelo de Raúl es internado en un psiquiátrico porque ha perdido la memoria; eso quiere decir que Raúl tendrá que pasar un verano aburridísimo en el pueblo fantasma de Secarrazos. Sin embrago, empieza a notar cosas muy raras, como que el abuelo es el único internado en el manicomio y que recuerda más de lo que parece. Las vacaciones que Raúl imaginaba tan aburridas resultarán ser las más sorprendentes de su vida: fortalecerá la relación con su abuelo, se dará cuenta de todas las cosas útiles que conocía sin saberlo y encontrará a su primer amor, nada mal, ¿no? Descubre junto con Raúl cuál es el secreto que se oculta detrás del pueblo, del manicomio, de la propia vida de su abuelo y, sobre todo, qué tendrán que hacer para salir bien librados del enredo en el que se metieron.