E1 siglo XX en México estuvo eclipsado por un régimen autoritario. En los umbrales del siglo XXI la democracia se ha instalado en el nivel federal; sin embargo, en los estados de la República se mantienen muchos rezagos del autoritarismo, entre los que destaca la concentración de poder en manos de los gobernadores. En el periodo de transición, los mandatarios estatales asumieron espacios de poder que a los presidentes de la República se les escapaban de las manos. Gracias a ello, en la primera década del siglo XXI los gobernadores controlaron las bancadas de oposición en el Congreso Federal; este dominio les permitió decidir los presupuestos de la Federación. También impulsaron a un gobernador a la Presidencia de la República. Mientras que en el ámbito nacional crecían, en los estados los gobernadores se volvieron incontenibles. Regularmente un mandatario estatal tiende a someter al resto de poderes formales y de facto en su entidad: Legislatura, Poder Judicial, medios de comunicación y grupos empresariales, entre otros. Esto motiva problemáticas como endeudamiento público, corrupción y enriquecimiento ilícito de los grupos cercanos al gobernador, y sobre todo, graves violaciones a los derechos humanos. Este libro toma como estudio de caso al estado de Querétaro, donde los gobernadores usualmente controlan el espacio público y a los medios de comunicación locales. Se plantea que éste es el patrón que se reproduce en la mayor parte de los estados y se muestra un panorama de la problemática nacional.